Comitán de Domínguez Chiapas, México 18 de noviembre de 2020.

A la familia de Jordán Fernández Menéndez:

Nosotros somos Testigos de Jehová y participamos en una obra de alcance mundial en más de 240 países. Llevamos buenas noticias y expresiones de consuelo y alivio a los que al igual que ustedes están pasando por situaciones difíciles por la pérdida de su ser querido.

Aunque nosotros mismos sabemos que volveremos a ver a nuestros seres queridos que se han dormido en la muerte, aún así nos duele sobremanera su ausencia. Por eso podemos entender su dolor que están pasando en este momento. No obstante quisiéramos decirles que existe una persona todopoderosa que también sufre por todo lo que nos acontece. Quieren saber de quién se trata? Su nombre es Jehová y en su palabra la Biblia en Isaias 9:6,7 nos asegura que pronto establecerá un Reino y dice lo siguiente: Porque nos ha nacido un niño, se nos ha dado un hijo; y el gobierno estará en sus manos. Se le llamará por nombre Maravilloso Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. La expansión de su gobierno y la paz no tendrán fin en el trono de David y en su reino, para establecerlo firmemente y sostenerlo con la justicia y la rectitud,desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos lo hará realidad. Cuando el Reino sea realidad hará lo que dice Isaias 26:17 Tus muertos vivirán. Mis cadáveres se levantarán.¡Despierten y griten de alegría, residentes del polvo! Porque tu rocío es como el rocío de la mañana, y la tierra dejará que los que están impotentes en la muerte vuelvan a vivir. Se dan cuenta de que muy pronto vamos a poder volver a ver a nuestros muertos? Pero qué debemos hacer? La respuesta es, estudiar la Biblia.

Por ende, si aún no lo hacen, los animamos a hacerlo o bien visitar nuestra página web en http://www.jw.org, ya que allí encontraran mucha información que les ayudará a sobrellevar su dolor. En esta página está el folleto intitulado «Será posible que los muertos vuelvan a vivir». Léanlo por favor.

ATENTAMENTE

GENARO HERNÁNDEZ AGUILAR
Y
María del Carmen Pérez Gordillo