Estimada familia del señor Emilio, deseo compartir mis condolencias con usted y su familia. Entendemos que este es un momento difícil para ustedes. Sin embargo, me gustaría compartir un mensaje de esperanza con usted y su familia. Este se encuentra en Revelación 21:3,4. El texto menciona, “Con eso, oí una voz fuerte desde el trono decir: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. Y limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.” Dios promete que muy pronto terminará con todo el dolor y sufrimiento que pasamos. El no desea vernos sufrir. Por eso nos da esta bonita esperanza.