Amistades que desvanecen o se fortalecen en tiempo de perdida

Es difícil predecir quien va a poder afrontar los tiempos difíciles.

¿Cómo se pone a prueba una amistad? Lamentablemente, durante los tiempos difíciles, algunos amigos permanecen a tu lado; Otros desvanecen.

¿Cómo reaccionas cuando un amigo o familiar se enferma, tiene un accidente, requiere tratamiento, rehabilitación o experimenta la muerte de un ser querido?

¿Estas ahí para apoyarles?

Normalmente queremos estar presentes,tenemos la intención de hacer las cosas bien, de dar apoyo – pero hay algo que nos lo impide. Nos lo impide la duda. ¿Querrá nuestro amigo estar acompañado? ¿Molestaremos? ¿Será mejor enviar una tarjeta o una nota? Hasta ahora, pensando en los amigos de los difuntos, debido a lo complicado que era comunicarse todos íbamos solo al funeral. Los tanatorios y los entierros eran para los más allegados. Con la llegada de las redes sociales, los móviles y la rapidez de las comunicaciones, ésta variante ya no se da y cada vez estamos más acompañados. Todos queremos estar presentes para un amigo ¿verdad?

A veces, nos invade el miedo y pensamos que carecemos de la intimidad necesaria para afrontar algo tan profundamente personal como la pérdida de un ser querido. Las encuestas realizadas demuestran que generalmente los familiares no son tan recelosos y agradecen estar acompañados.

Es algo parecido a lo que sucede en el caso de caer enfermos. Lo único que aquí el que duda es el paciente. Seguramente queramos que alguien esté con nosotros en el hospital, pero posiblemente estemos tan confundidos que no sepamos a quién preguntar. Se puede dar el caso de que ninguna de las personas que consideramos cercanas se ofrezcan. Puede ocurrir entonces que un amigo inesperado se ofrezca voluntario y le aceptemos en nuestra intimidad.

En ambos casos hay un problema de comunicación.

¿Por qué se puede contar con ciertas personas y con otras no?

He aprendido que no hay una razón exacta. Sólo porque alguien haya pasado por una experiencia difícil no significa necesariamente que pueda ser de ayuda. También por otra parte, puede darse el caso de que una persona que nunca haya experimentado una pérdida propia, sin embargo, ofrezca la ayuda necesaria.

Los límites de cualquier relación se ponen a prueba durante los tiempos difíciles. Cuidar a alguien que está enfermo, acompañar a un amigo afligido es sin duda difícil. Hasta ahora hemos aprendido que siempre hay amigos con los que podemos contar – no necesariamente los que pensábamos, pero en esta nueva era, las cosas han cambiado.

Ahora tenemos las herramientas necesarias para comunicarnos de una manera rápida y fácil. Así que la próxima vez que estés enfermo, o necesites ayuda o simplemente estés triste, da un paso adelante y di que se puede hacer para ayudarte y acompañarte. Tú eres el que mejor te conoces, Y si eres un amigo, da tú también un paso hacia adelante y pregunta.

Así es como se apoyan y se estrechan las amistades y las relaciones familiares en tiempo de necesidad. Estando juntos.